Te deseo un otoño...
un otoño
vestido con un abrigo
hecho de hojas
que tus pies puedan
pisar con fuerza y energía;
un otoño
que te permita alzar los ojos
y perderte en cielos de colores ocres,
rojos, anaranjados, mientras llenas
tus tardes
de las luces de las tonalidades
y su dulce sabor
todavía de sorpresa.
Te deseo un otoño
en el cual la esperanza
llame a tu puerta, y la
recibas con serenidad,
con placer,
y que ella te traiga el regalo
de todos los buenos sentimientos,
de todas las oportunidades
que todavía
no te han llegado.
Y entre las horas más cortas
que este otoño
de buen deseo
te dará,
la fiel promesa de que
el mundo
continuará siéndolo
para siempre,
y que en esta estación
de vientos y penumbra
encontraremos un momento
para volver a descubrirnos,
sin miedos ni dudas,
personas.
Septiembre, 2011
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