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jueves, 20 de diciembre de 2012



Tenia que caminar por todas
las calles y desandar
los errores, hacer filigranas de
plata con las mentiras,
levantar el orgullo y no la cabeza,
sin mirar atrás, sin volver la vista,
sin verter una lagrima,
sin tejer un sentimiento
que la hiciera detenerse.

Las nubes de tormenta la
iban siguiendo,
y ella callada, sumisa, distante,
y su buen perro, noble siguiéndole
el paso, como un
guardián en días
de angustia.

Hasta llegar a la playa urbana,
desierta, sucia,
vacía como su alma,
quieta como su cerebro,
absurda como
sus ideas.

Allí, áspera la arena, revuelto el
mar en oleaje de sombras, tan negro el cielo, y frío el aire
de un noviembre ya terminado,
se sentaron ella y su perro,
mano y pata, una con el otro,
a inventariar las pérdidas de sus mundos:
“¡Cuántas personas solas!
¡Cuántos perros abandonados!”

Al regresar, de vuelta a casa,
estaban los dos, mujer y perro,
cansados.

Les dolia el corazón
y por una vez no había sido de amar
fielmente.



Bello manantial de miserias
curtido de fracasos, ausente de memorias,
sin padre que te proteja, ni Dios que te rija,
sin doctrina que te sirva, solitario,
vencido, herido, hiriente,
vacío.

¿Hacía donde van tus ojos dirigiendo su mirada
tan incrédula?.
¿Tu inocencia arrepentida es la palabra de tu
buen nombre?

Siéntate a descansar mientras pasean
a la sombra de tus árboles vencidos
los hijos de los mediocres,
de los ignorantes, de los
necios y los incultos.
los innobles y enriquecidos,
los crueles y los indignantes.
.

Mientras, allá donde reposen
las raíces de tus amados,
dejarás pasar el tiempo
buscando consuelo en sus recuerdos,
buscando razones en otros
tiempos que fueron los suyos.

Ahora que ya sabes que no volverás a nacer
morirás cien veces más.

domingo, 25 de noviembre de 2012

TE HABLARÉ DE LO QUE ES EL AMOR.













Te hablaré de lo que es el AMOR:

Hallar entre sombras de ojos vacíos
la inquieta esperanza de un desear,
abarcar despacio las horas que pasan
hasta que se rozan los labios sedientos de miel.
Suspiros borrados que recogen ansias
y rompen cadenas y cruzan fronteras y esconden lamentos.
Una piel tan tensa como un rasgo duro
que en una caricia enternece cálidamente,
el ruido ensordecedor de hablar con silencios
del hoy y del mañana en una fracción de segundo.
Mirar al infinito y nunca alejarse
más allá de aquella risa y aquel llorar,
pensar lo que piensa ese otro cerebro
y errar a dos, y soñar a dos.
Correr caminando con manos entrelazadas
y fundidas las venas y cruzadas las ideas,
que lluevan las estrellas y siembren despacio
algún que otro castillo de arena.
Aspirar el aire y el aliento compañero
y recorrer ese cuerpo que se cede sin presión.
Esperar los días solo por mirar esa mirada
y poder adueñarse de ella eternamente.

Ahora te diré lo que es el amor:
El amor eres tú.


TRAS LAS HUELLAS DE LA CASA DE MI VIDA.






Déjale, sentimiento, que escriba su nombre
y más allá del recuerdo
que lo borre la lluvia,
que lo lleve otro tiempo…
-------------------------

Abrió lentamente la puerta y empezó a dolerle
el alma y descubrió que todo estaba
cubierto de polvo de oro,
de finas telas de araña en las lágrimas
de cristal tallado de las lámparas
suspendidas de los techos.

En aquel silencio de tiempos y seres, que se
encontraba dormido en las alfombras,
en los peldaños de mármol negro
de la suave escalera, en las cortinas
color vino añejo que abrazaba los altos
ventanales, y aquel claroscuro.

Y su voz se confundía en un eco
de etapas y estaciones, y así, entre sombras
que le cedían el paso llegó hasta el
jardín para acariciar aquel árbol amarillo,
amarillo, rebosante de limones….,
y sus pisadas marcaban lento, hermoso,
un camino de piedras blancas, confundidas
hojas y raíces, flores y senderos, hasta
el final, cruzando entre columnas de
piedra y el niño del estanque, de piedra,
abrazado a su cisne, de piedra.

Luego quiso desandar todo lo andado,
pero supo que su pasado, inmóvil,
le lloraba de añoranza, y escogida la soledad
ya solo quedaba un espíritu de perdón

jueves, 15 de noviembre de 2012

¡TANTAS MUJERES!



¡TANTAS MUJERES!

Mujeres de barro en un día de lluvia,
vestidas de hierro
con la escoba de una bruja buena,
fuertes y tiernas, llenas de fe
mientras dibujan palabras,
y suben y bajan escaleras
y abren las puertas
que otros les cierran.

Gritos de deseos, promesas rotas,
las esperanzas escondidas
dentro del corazón, esposas y madres de lunas y cunas,
tiernas amantes
de secretos y
tesoros todavía no descubiertos.

Mujeres perdidas
en infinitos laberintos,
y manos queridas con antiguos momentos ya vividos,
tantos misterios nadie los encontrará,
¿quién comprará
las tristezas y el duelo?

Y las pisadas en la tierra
llenas de semilla, y el grito en silencio
de todos los deseos
que están y no están,
¿quién los esconderá en el bello joyero cuando ellas
ya hayan marchado a luchar?

Mujeres de plata y de mariposas,
cristales de colores
que el mar acaricia cuando nadie
le ve.
Mujeres que ríen si quieren llorar,
y que nunca se detienen,
que siempre caminan,
que regresan,
que vienen, que se pierden,
que se encuentran, que están...
¡Qué siempre están!
                                                                              
¡Mujeres!

Tarragona, 19 d’octubre de 2012

lunes, 12 de noviembre de 2012

BREVE RETRATO DE TERESA ROCA SOLER, QUERIDA BISABUELA/ BREU RETRAT DE TERESA ROCA SOLER, ESTIMADA BESAVIA. (En catalán).


Breu retrat de Teresa Roca Soler, estimada besàvia
                    
El retratista, baixa estatura i petit bigoti, corra atabalat per la sala muntant el fons d’un decorat. Avui, festivitat de Santa Eulàlia, la Teresina ha aprofitat per venir amb les seves filles, la Maria i la Pepita, totes tres mudades i amb pinta i mantellina, a fer-se un retrat pel record d’aquest dia.
            Asseguda en una règia butaca i custodiada per una filla a cada costat, la Teresina espera i mentre, no pot evitar recordar:
            Nascuda a Barcelona a l’any 1879, els seus pares Joan i Maria la varen casar als 17 anys amb en Salvador, home que en tenia 30. Encara inexperta i innocent, és va trobar mare de dues nenes i baix les exigències del seu espòs, que cada cop anaven a més. I el cervell de la Teresina també avançava escoltant, llegint, aprenent, calculant... El caràcter del seu marit era pitjor per moments, i el tracte que les seves filletes i ella rebien, com a mare i com a dona, no ho podia consentir i la rebel·lava interiorment. Un dia, va obrir la porta de casa seva, perquè era ben seva, i li va manar a en Salvador que marxés per sempre més.
            Sola, per les nits espantada i confosa, de dia valenta i decidida pel be de les nenes, va encarar la vida de les tres en una societat on no era gents habitual ni fàcil que una dona prengués una decisió tant radical.
            La herència que li corresponia dels pares, va saber-la conservar i fer-la créixer, treballant molt i envoltant-se de persones educades i de lletres, que la van representar i tenir cura dels seus interessos en un món d’homes, on una dona no podia ser, ni tenir, ni tant sols manar... Tot fins arribar aquí, amb les filles grans, i havent-la fet ja àvia la Pepita de la menuda M. Teresa.
.....................................................................................................................
Encara hauria de viure una guerra sense sentit, que va enfrontar tot un  país, el qual va haver després que remuntar. El distanciament de la seva filla Maria pel seu matrimoni, i que va morir malauradament als 52 anys. La consolidació dels negocis. Les compres de la casa de Blanes, a la vora del mar, i de la torre del Guinardó, on Barcelona respirava aires de muntanya. El casament de la néta, enamorada d’un noi de Tarragona, al Monestir de Poblet. I la il·lusió pel naixement de les dues precioses besnétes, la Magda i la Pepo.
Varen sorgir molts de retrats per omplir l’àlbum de la vida de la besàvia Teresina, que si bé va renunciar a l’estimació d’un home, sempre és va veure envoltada de l’immens amor de la seva família.
I va ser la família qui aquella tarda del 18 de novembre de 1950,  amb els seus braços plens de dolçor i fortalesa a la vegada, va ajudar-la a marxar cap a la porta del cel, on la Teresina hi va arribar amb 74 anys, per ser rebuda, com la bona persona que havia sigut, pel Déu en el qual ella sempre hi va tenir dipositada la fe. Afora, en el preuat jardí de la torre, l’heura continuava creixent, i el gessamí s’acomiadava fins a la propera primavera. Ella és va emportar l’estimació dels seus, i els hi va deixar la força de tot un esperit.
Avui, aquesta força sobreviu en el sentiment i l’ànima de casa nostra, i ens ajuda a continuar lluitant, amb la mateixa dignitat que la Teresina amb la seva filla  Pepita  i la seva neta M. Teresa,  ens varen ensenyar a fer-ho. 

LAS NIÑAS ANCIANAS.





LAS NIÑAS ANCIANAS

Niñas cándidas, de piel suave,
de alma cándida y suave educación,
niñas ingenuas, vestidas siempre de domingo,
lazos de seda, telas de encaje, tul, gasa, zapatos de charol.

Protegidas bajo el cielo de Barcelona,
con los ojos brillantes ante la chimenea de la casa de Herzegovina,
regaladas a la vida ante el misterio de los dulces sueños,
de las cajas de galletas con perfume a vainilla,
de unos padres cariñosos,
de un jardín lleno de árboles, del recuerdo de un colegio de paredes de colores
donde aprender era fácil y sonreír era sencillo.

Niñas pequeñas creciendo deprisa,
despidiéndose de  la bondad, de las palabras hermosas,
cerrando cajas, cerrando puertas, llevándose fotos en color sepia
de una ceremonia de primera comunión en el Monasterio de Pedralbes,
para luego recordarla siempre, aunque nunca seria útil para resistir.

Y las niñas cogidas de la mano, temblorosas,
en el andén de una estación enorme, encogido
el corazón, quizás respirando por última vez
aires de comprensión y piedad:
“Adiós para siempre a mi casa, a mi patio de juegos y mejillas sonrojadas, y a
mis rostros amables,  a mis días de lluvia chapoteando y riendo,
y adiós a mi infancia, inocente y clara;
venderé mis ideales, mis palabras cálidas,
y la dulzura que me enseñaron.”

Ellas crecieron  deprisa como mujeres forzadas,
con sentimientos trabajados y mentiras asumidas
que la prisa hizo que olvidaran para  vivir otras vidas,
y avanzaron la historia por encima de
los sentimientos sentidos y por sentir,
y envejecieron sin arrugas, dignas hijas de su saga.

Ahora despacio hacia la vejez, pero niñas en su interior,
reposan entre las cuatro paredes
de los hermosos días del recuerdo,
desde la nostalgia y la misericordia de
todo aquello que les quitaron
para que no gozaran.

Porque aun de breve, fue un regalo del cielo
nacer y conocer los bellos sentidos
que las acompañaran, como un esencia, hasta el último camino.

                                                                                    03/11/2012

viernes, 9 de noviembre de 2012

DIAS DE SUEÑOS.




Días de sueños, recuerdos y misterios,
sombras, imágenes, palabras perdidas,
dudas en el aire, nombres y noches,
puertas que se cierran
y cuerpos dormidos.

Hadas vestidas con gasas muy oscuras,
brujas que tienes escobas de cristal,
duendes que ríen para hacernos llorar,
castañas que queman cerca de una casa
que no existe…

Y por la espalda los ángeles vigilan,
mientras sus alas cubren con cuidado,
y en medio de las músicas que se pueden escuchar
unos ojos descubres que te hacen añorar las voces, las
manos…!

Una luz quema por un ser querido
que ahora es una estrella en el cielo de las noches,
y con el aroma de los perfumes de las pieles familiares
él te repite que no volverá
porque no se ha ido,
sigue caminando a tu lado,
por tu destino.

Días de sueños, recuerdos y misterios…



                                                                        Festividad de Todos los Santos 2012




LAS POESIAS.



LAS POESIAS.


Julia coge cada día el metro por la mañana temprano, a la misma hora. Mientras permanece en el vagón, ahora de pié, ayer sentada, mañana ni se sabe, y deja que su cuerpo se mueva al ritmo del traqueteo de la máquina como si fuera una batidora, somnolienta, aun aturdida por el sueño, va mirando otros rostros somnolientos, también aún aturdidos por el sueño.
Hoy fija sus ojos en alguien, un hombre desconocido, alto, de complexión fuerte, vestido con cierta elegancia aun de su sencillez, y a Julia, al mirarle, como le suele ocurrir, le nace una poesía:

“Que tus caricias me lleven a la comprensión.
Que mi comprensión te ceda tu silencio.
Que tu silencio compre mi libertad.
Que mi libertad abra tus puertas.
Que tus puertas sean mi solución.
Que mi solución vista tu respuesta,
Que tu respuesta crezca mi perdón,
Que mi perdón limpie tu mañana,
Que tú mañana germine mi verdad,
Que mi verdad camine por tu frontera,
Que tu frontera la dibuje mi honestidad.
Que a mi honestidad no le pongas precio.

Y como palabras que nunca se escribirán,
promesas que nunca habrán de cumplirse,
besos que en el aire van a perderse,
momentos que jamás tendrán que existir,
como todo aquello que quedará hueco antes de marchar
o antes de volver o de regresar
o pertenecer a alguien.

Que desde mis manos alcance tus manos.
Que desde tu cuerpo rodees mi cuerpo.
Que desde mis pensamientos atrape a tu cerebro.
Que desde tus sentimientos ocupes mi alma.”


Ya está. En esta estación tiene que bajar Julia cada día, para dirigirse a su monótono trabajo. Como nació su poema, ha muerto; el hombre que le inspiró ha desaparecido, quizás escabullido entre la gente que entraba y salía en una de las paradas. “Es absurdo hacer esto para intentar escapar de la gris realidad… siempre llego a la misma estación”, piensa Julia. Y suspira hondo.
Fin del trayecto.

                                                                        Octubre-2012



viernes, 26 de octubre de 2012

DE ADIOSES Y OLVIDOS NOS HEMOS HECHO VIEJOS

DE ADIOSES Y OLVIDOS NOS HEMOS HECHO VIEJOS







Esta noche, en sueños, me visitó mi padre. 
Mágicamente, el no había envejecido, seguía teniendo 47 años, como cuando nos despedimos aquella tarde calurosa de siesta a finales de Junio del 72.
Se sentó enfrente de mí, con su postura habitual, los ojos brillantes y clavados en los míos, las cejas arqueadas, sus manos, siempre tan fuertes y hermosas, cruzadas, una encima de la otra, las uñas limpias y su alianza de casado.
Con el rictus serio, pero destilando bondad por todos los poros de su piel. Y elegante. Muy elegante, como mi madre quería que fuera: su pantalón y su camisa, ambos de color negro, impecablemente planchados, su cinturón de piel, sus zapatos recién lustrados. 
Quise acariciarle el rizado cabello todavía oscuro, como le solía hacer cuando era pequeña, pero con un gesto brusco me lo impidió, marcando una distancia entre ambos, y sin poder escuchar ni por un momento de nuevo su voz, me invitó con su mirada inquieta, penetrante, a que fuera yo la que le hablase, y temblando, le hablé:

El mundo ahora no es como me lo dibujaste: libre, abierto, sensible, coherente, humano…
El muro de Berlín ya no existe (gran visionario, me lo decías) y las ciudades tienen continentes en lugar de personas, y las personas silencios en lugar de palabras.
Tu querido mar continúa siendo el más bello de los cuadros, pero a menudo queremos ensuciarlo, y las olimpiadas del hombre y sus sueños aterrizaron en Barcelona, justo cuando tu amada compañera quiso decir adiós.
El poder político más poderoso del planeta tiene el color negro en su rostro, y tenemos la luna más cerca, las montañas más a nuestro lado, las enfermedades más amigas, y la prisa en las venas, con todos los relojes haciendo un Arco Iris.
Y tu siempre lejos, el más valiente de los caballeros, que quiso borrar todas las fronteras, enseñar al poderoso, aprender del más humilde, que pidió perdón por equivocarse y dar sin pedir, que como un príncipe salido de un cuento imaginó las sorpresas del futuro, cuando aun era oscuro el mañana, y era vacío y sabia amargo.
Y pensabas “La carne viva hace olvidar la carne muerta”.
            Pero se han dormido muchas lunas y treinta y nueve julios vestidos de duelo, y cada vez, añorado hilo de oro, en cada ocasión en que caminan los tiempos y crece todo a su alrededor vuelves a nacer, lleno de tus ideales, de las esperanzas que después todos los poetas quieren bordar en sus hojas de pergamino, con tu cuerpo al lado del cuerpo de la mujer de ojos de esmeralda y vientre de hijos, que luego hemos quedado diseminados y perdidos.
            Y más allá del recuerdo que los vientos puedan borrar, y silenciar tantas ausencias (porque quedaron enterrados los doce años de aquella muñeca de trapo esperando que llegara un septiembre) debajo del limonero del jardín de la casa perdida, allí estáis los dos enamorados, bella pareja de cómplices, amos de un mundo irreal, reposando, respirando toda la historia que ha nacido de la historia, de las piedras que otros han pisado, escuchando como marchan las horas, como regresan…
            Y nada puede morir de lo que tu hablabas que yo entonces no entendía y ahora sé, ya que todo comienza con cada tormenta, donde quieres enseñarme a jugar con las plumas de plata que hacen los rayos, traviesos, queridos desde la infancia, tu y yo sentados en las sillas de madera y comiendo caramelos.
            El mundo no es ahora como tú me decías, pero volvería a vender mi espíritu porque las cuatro estaciones me trajeran, como una prueba de vida, todos tus suspiros hechos palabras en un beso pero desde tus labios con color. Y poder acariciar una vez más, solo una vez, tu piel, tan limpia, tan blanca, tan suave, y decirte flojito, cerca del oído, todo tú nombre entero, abarcándote:
¡PAPÁ!

          Cuando terminé de hablar, mi padre levantándose de su silla se acercó hacia mí sonriente, acarició mis mejillas, y con su dedo índice perfiló delicadamente la línea de mis labios, que aun temblaban… y entonces me desperté.
          Pero esta noche, en sueños, sé que me visitó mi padre.


                                                                                      Mayo, 2011

.



viernes, 19 de octubre de 2012

LA GATA EDUCADA.


LA  GATA EDUCADA

            A Elena cada año le ocurre lo mismo cuando llegan estas fiestas navideñas: se ve rodeada de familiares y amigos, que la invitan a compartir celebraciones. Compromisos que le agobian y que se promete romper en las próximas navidades, aunque cuando estas regresan, todo vuelve a repetirse.            
            Como la escena de ahora, de camino a su casa cargada de bolsas llenas de regalos, después de una tarde de compras por el centro comercial. Ha salido temprano para evitar aglomeraciones, y ya ha terminado los encargos. Ha anochecido, y empieza a helar en el ambiente. En las calles se han encendido las luces de los adornos, y llegan confundidas entre el murmullo del pasar de la gente, las músicas de diversos villancicos.
            Elena camina decidida, pero algo le hace detenerse. La visión de una mujer sentada en el escalón de un portal, haciendo ganchillo. Cubre sus piernas con una pequeña manta. Cerca de ella, sentado, con sus dos patas delanteras muy rectas, erguido, orgulloso, un gato de color blanco, con una bufanda rosa atada al cuello, y un lazo del mismo color en la cabeza, colocado entre las dos orejas. El gato apenas se mueve, pero con los ojos azules muy abiertos, se diría que está pendiente de cuanto sucede a su alrededor.
            Elena intenta dejar una moneda en el plato que está al lado del gato, pero la mujer se lo impide:
-       No aceptamos limosnas –le dice seca, pero cortésmente.
-       Su gato es muy gracioso y yo pensé… - contesta Elena, algo violenta.
-       No es un gato, es una gata, se llama Valeria y no es nada graciosa.
-       Perdone… no quise molestarla.
-       No hace falta que se disculpe mujer. Es natural que confunda a Valeria con un gato, aunque si se fija, va de color rosa- y la mujer le sonríe al preguntarle - ¿No le gustaría comprarnos alguna de nuestras labores?... Las hay muy bonitas, y lo tenemos todo a muy buen precio. ¡Mire, mire que monada de tapete en forma de flor! ¡Solo por dos euritos! Y si revuelve un poco, ira viendo más cosas.
La ya definida gata, continua rígida e inmutable, y Elena, que intenta seguir las explicaciones de su dueña, duda a veces cuando desvía la mirada hacia ella si será un muñeco de lo quieta que está. Finalmente Lola, que así se llama la mujer que hace hábilmente ganchillo, le vende a Elena un juego de posavasos y una cinta para el cabello. Elena le paga, recoge el género y antes de irse, Lola le pide que espere un momento, y se dirige hablando hacia a la gata:
-       Valeria, preciosa, la señora se marcha ya. Dale las gracias por su compra.
Y Valeria, la altiva gata que hasta entonces ha permanecido tiesa como una columna incrustada al suelo, levanta con parsimoniosa elegancia su pata derecha al tiempo que baja la cabeza, emitiendo un suave pero intenso maullido. Después, vuelve a su postura original, bufanda y lazo incluidos.
Se ha hecho tarde. Elena acelera su caminar pero al llegar a la esquina se detiene de nuevo y vuelve la cabeza,  allí siguen Lola y Valeria, acompañándose la una a la otra en su lucha por sobrevivir. Ambas disfrazando sus miserias y sus carencias a golpes de dignidad.
Elena suspira hondo y piensa que esto no puede ser la Navidad, ¿ó quizás sí?... ¿Quizás la Navidad es algo que está dentro únicamente del cuerpo de esa gata de pelo blanco que permanece fiel al lado de su dueña, acompañándola y obedeciéndola?...
Sigue oscureciendo, y todo lo demás es lo que se repite de nuevo, año tras año, desde que el mundo es mundo.
                                                                                                             Octubre, 2012



(La gata y su dueña existieron hace años en un mes de Diciembre y en  una calle de Barcelona)



viernes, 12 de octubre de 2012

A ELLOS...





Como cuando el arco iris
confunde sus colores
e inventa otros nuevos,
y crea tonos pálidos que crecen
según las lunas,
y brillan
aunque llegue la noche
cubriéndolos.

Como todas las rutas
que indican caminos
que se cruzan
y desean abrazarse,
pero al no dejar huellas
cuanto más se avanza
más se aleja aquello deseado,
ese destino que se espera
conjugando la perfección.

Así son ahora los sueños
de los hombres ayer niños,
de los niños ya hombres:inciertos, sutiles, febriles,
concretos, extraños, errantes…

En todos sus libros
está escrita la magia,
y unen y separan las piezas de cristal
del bello misterio de cómo continuar adelante,
hacia donde dirigirse,
que pasos desandar para no equivocarse,
que estrellas conjuradas escoger
en este viaje como compañeras.

Sorbed despacio el néctar
de esta sana juventud,
que esconde los minutos
porque aun le restan las horas;
y amad cuanto hagáis
como si fuera único y delicado
ahora, que aun quedan
hojas en el bello calendario
de vuestras vidas, solo vuestras.

Allí donde estéis, mientras,
dormirá entre la caña de azúcar
y el zumo del limón
la ternura y la fuerza de un solo espíritu: VENCER.

EL VIAJE.

EL VIAJE.






Madruga y coge el primer tren para Barcelona. Sin equipaje, solo toda su vida encima. Se sienta. Ve su rostro, cansado, reflejado en el cristal de la ventana. Se cruzan rápido los objetos, las nubes, otras estaciones, personas. Y recuerda que ayer se asfixiaba en esa pequeña ciudad de provincias y decidió que debía marcharse, que ya no podía caminar por sus calles, ni soportar las historias con las cuales se cruzaba cada día, las intolerantes explicaciones ajenas, los fantasmas que encontraba en cada esquina, como panteones de piedra.
Vuelve a casa para respirar. Y sonríe al pensarlo.



lunes, 8 de octubre de 2012

Y AHORA, GRACIAS




Y AHORA, GRACIAS


A mi niña de lluvia y fuego, que ha creado con sus manos, (que tejen hilos de arte desde un inteligente cerebro que esconde un sensible corazón), esta ventana para que a mis 52 años, dormida como estaba, despierte a los instintos, y me atreva en cuentagotas a mostrar mis sentimientos letra a letra.

Y a ti, a quien no conozco, pero me estás dedicando una parte de tu precioso tiempo al leerme, desde la frontera del respeto. Para que nos podamos acercar paseando por cualquier silencio, y compartir algún pensamiento, romper un suspiro equivocado, o simplemente. entretener los espacios.

Pero sinceramente gracias por permitirme estar ahí, humilde, insignificante, ocupando un rincón de tu mente con mis palabras, mudas a golpe de mis tiempos, y hoy, serviles ante ti.

Deseo que en este momento, en el cual en el mundo nos perdemos entre guerras y gritos,  A letras te llegue como un pequeño y sencillo obsequio de paz.

viernes, 5 de octubre de 2012

LOS PENDIENTES.




                                                                                                
La curiosa infancia de Sara descubrió aquella tarde el joyero de su abuela, que abrió sin su permiso.
Se maravilló al ver esos cristales que emitían destellos de colores: azules, malvas, rojizos, verdosos…
A Sara le encantaron unos pendientes largos, los cogió y fue hasta el comedor para probárselos ante el gran espejo.
¡Qué belleza de joya! ¡Y como lucía en su rostro, enmarcado entre los dos candelabros!... ¡Parecía una princesa! Suspiró satisfecha y orgullosa. Quedó paralizada. ¡No estaba sola en la estancia! Alguien había entrado, y la estaba mirando a través del propio espejo… Era una mujer de rostro serio, enjuto. ¡Y llevaba puestos sus pendientes!
Sara se giró bruscamente. Sentía su corazón latir con fuerza. Así la sorprendió su abuela, aun asustada.
…………………………………………………………………..
Cuarenta años después, Sara acudió a una prestamista a vender esos pendientes: la persona que la atendió era la mujer del espejo. 

TAN SUAVES, TAN FUERTES.



TAN SUAVES, TAN FUERTES

A las doncellas
de sal y azúcar las hicieron
para que pudieran dibujar líneas rectas
que luego se han torcido,
al tiempo que se detenían
todos los relojes
de la casa en medio del bosque.

Y solo de ellas fue la ausencia
de los días vividos
a la cual de nombre le llamaban “madre”,
para continuar respirando
sin quejas ni rencor.

Bellas muchachas,  frágiles, inocentes,
todavía hoy, mirando hacia atrás
pueden sonreír;
nada volverá,
la  hoguera lo quemó todo,
pero tienen escondidos
los recuerdos de los olores,
de los sabores, de las voces
y las miradas,
el más valioso de los tesoros:
no fue un sueño,
fue toda una vida.